San Andrés de Teixido

En el ayuntamiento de Cedeira (A Coruña) se encuentra la parroquia de Santa María de Regoa, y en ella, uno de los santuarios más conocidos y visitados de Galicia y España, el santuario de San Andrés de Teixido.

Cuenta la leyenda, que cuando Nuestro Señor andaba por el mundo acompañado de San Pedro, llegaron un día a Teixido, allí, hicieron un alto en el camino. Estaban cansados y sedientos, pues no encontraron fuente o regato en el que pararse a beber un poco de agua. Nuestro señor pidió ayuda al Cielo, y el Cielo le envió una manzana. El Señor partió la fruta en dos para compartirla con San Pedro, y en medio de la manzana, encontró a San Andrés, quién se quejó de que a su santuario iban muy pocas personas, a pesar de ser él un santo muy milagroso, sin embargo, a Santiago, acudían miles de personas...

En aquel mismo lugar, Jesús, después de hacer brotar una fuente, le hizo a San Andrés la promesa de que nadie entraría en el Reino de los Cielos sin visitar antes aquel Santuario.

“Quédate aquí San Andrés

que de vivos o de muertos

todos te vendrán a ver”

De ahí viene el conocido dicho: “A San Andres de Teixido, irá de muerto el que no fue de vivo”

Así a los animales, culebras, lagartos y todo tipo de reptiles, si se les encuentra en el camino no se les debe de hacer mal alguno, pues según cuenta la leyenda “son las almas de los que en vida no hicieron la romería, y que toman esas formas para poder cumplirla después de muertos. Pero no solamente se puede cumplir esta obligación cogiendo la forma de un animal, sino de otras múltiples maneras:

“Van unos jóvenes de romería a San Andrés de Teixido. En el camino encuentran una calavera, uno de ellos le da un puntapié y sus compañeros, se animan y hacen lo mismo, llevándola de esta manera hasta cerca del Santuario. Cuando ya no les faltaba mucho para llegar, unos de los peregrinos decide dejarla; pero otro compañero le dice con humor:

- Queda poco camino, llevémosla hasta allá, y aun podemos invitarla a comer con nosotros.

Llegaron a San Andrés de Teixido; y allí la calavera se convirtió en una cabeza humana completa, tras lo cual, agradeció a los tres jóvenes que le ayudaran a llegar hasta el lugar santo, consiguiendo así hacer la peregrinación que no había hecho en vida”

También hay la posibilidad de que los vivos hagan la peregrinación acompañados del espíritu de un familiar o amigo muerto. El viaje se decide al no haber cumplido el difunto la peregrinación en vida. Los familiares, o amigos, van a la sepultura del difunto y lo avisan de que van a cumplir por él la promesa. El viaje debe hacerse de idéntica manera que se haría al acompañar a una persona ciega, avisando en este caso al espíritu, de los peligros del camino, así como de la llegada al Santuario.

Antiguamente, los romeros solían llevar un hábito especial, larga camisa blanca con cenefas de colores formando listas, ondas o meandros, unas veces ceñida por la cintura, otras veces suelta. Muchos llevaban también gaitas, panderos y otros instrumentos, e iban tocando y cantando para aliviar la caminata y, en algunos puntos del camino, depositaban piedras que iban haciendo crecer milladoiros.

No solo el Santuario está lleno de Leyendas y supersticiones, sino que abarca toda la zona que lo rodea.

En el campo crece la hierba que se conoce con el nombre de hierba de enamorar de excelentes propiedades casamenteras.

La fuente de San Andrés, situada a escasa distancia del santuario y a la que ciertos autores llaman la fuente de la muerte y de la vida, desempeña funciones adivinatorias. En esta fuente, de la que la tradición señala que el caudal que lleva es rigurosamente constante, si se echa una miga de pan, al tiempo que se piensa en un deseo, se puede saber al momento si este se verá realizado o no. Si flota, el deseo se cumplirá; si va al hondo, no.

Igualmente la fuente puede informarnos sobre la duración de nuestra vida (si la miga flota, el peregrino tiene la garantía de volver otra vez el santuario, pero si se hunde, es signo infalible de que morirá dentro de ese mismo año).

Si miramos cara al océano veremos a nuestra derecha unos islotes que son las islas Gabeiras, o Pena Gabeira. La más grande de las tres es la que llaman la barca de San Andrés, pues según cuenta la leyenda, llegó la estos lugares en una barca que luego se convirtió en piedra.

Se cuenta que debajo de la Fuente de las Virtudes existen tres grandes ollas de barro: las tres son idénticas pero una está llena de oro, otra de plata y otra de arsénico. Si alguien acierta a destapar cualquiera de las dos primeras, será inmensamente rico; si destapa la tercera opción, morirá enseguida por el veneno que guarda en su interior.

En la cumbre de un monte situado a las afueras, existe una gran roca de la que se dice que es capaz de generar nieblas que ocultan todo la zona.

Cuenta la tradición oral, que estos lugares, de los que se dice fueron los últimos de toda Galicia en acogerse al cristianismo, y dónde se han encontrado un montón de supervivencias de ritos paganos, de la mayor parte de los cuales no hay más indicio de su usanza en nuestra Tierra, llegó Lanzarote huyendo de Bretaña en compañía de un perro de enormes dimensiones al que la gente tenía mucho miedo y al que llamaban el perro grande. Se dice que los primeros animales extranjeros que hubo en estos lugares fueron precisamente, los que trajo Lanzarote.

VÍDEO de SAN ANDRÉS DE TEIXIDO