miércoles, 13 de mayo de 2009

El contradictorio éxito del Dr. House

En televisión está prohibido fumar, ahora lo está en muchos sitios, pero en televisión hace muchos años que no se ve a nadie fumando un cigarro en mitad de una tertulia o en pleno debate sobre política. Hay que reconocer que estéticamente era algo horroroso, es como ver fumando en su trabajo a un barman o al metre de un restaurante. Pero la batalla contra el tabaco prohibió incluso la publicidad de estas sustancias “tan perjudiciales para nuestra salud”.
Sólo los que son de mi época o de épocas anteriores, recordarán los famosos anuncios de “Malboro” o a los galanes de cine, cigarro en boca, al más puro estilo Humphrey Bogart.
Pero entrando en el tema que nos toca. Tengo que reconocer que estoy ligeramente enganchado a la serie “House”, y digo ligeramente, porque hace más de media vida, de la mía claro está, que nadie ni nada es capaz de conseguir mi devoción o al menos un destacable grado de admiración como para poder colgarme la etiqueta de “fan”. Por supuesto siento admiración por muchas personas, pero todas ellas son personas reales, y las admiro por su humanidad, por su humildad y en muchos casos por su amistad, me refiero a mi familia y a mis amigos.
El venerado Dr. House, tiene una fuerte personalidad que atrae a millones de personas en todo el mundo. Muchos incluso reconocen públicamente y sin pudor alguno, que les encantaría ser como House ¿?. Es decidido, inteligente y un poco egocéntrico, pero lo que más gusta de él, es su deslenguado y soez vocabulario.
Aquí es en donde descubro con manifiesto cabreo la increíble hipocresía de muchas personas, algunas de ellas auto consideradas bien pensantes y políticamente correctas.
Me cabrea el pensar que se pueda admirar a alguien que llama virus a los fetos y mentirosos a los pacientes, que se dedica a practicar continuos allanamientos de morada y se auto medica hasta la adicción, que maltrata por igual y de manera abusiva a enfermos y a subordinados.
Cuando hablo con algunas personas, me refiero a personas sicológicamente estables por supuesto, me suelen decir que cuando acuden a un hospital, aguardan que los traten con el mismo respeto que ellos tratan a los facultativos, que los atiendan como si su dolencia fuese la más importante del mundo, pues sin duda alguna, para ellos así es. Recientemente leía en la prensa que médicos del servicio de urgencias del hospital del Salnés, se quejaban por el creciente mal trato recibido por parte de los usuarios que acudían al centro hospitalario. En algunos casos, incluso hablaban de agresiones físicas a los responsables del servicio. Por otro lado, puedo observar en hospitales y centros de atención primaria, carteles de una campaña que lleva por nombre “eu apuntome ao bo trato”, ¿es que no hay que dar por hecho que los médicos y demás personal deben de tratarnos bien sin necesidad de apuntarse a ningún tipo de campaña?.
Pero lo que más me sorprende, es la pasividad mostrada por parte de ciertos grupos de los denominados progresistas, y sobre todo, por la impresionante red de asociaciones de mujeres rurales y consumidoras, que dicho sea de paso, la o el que ideo la denominación también se lucio. Como iba diciendo, es tal la cantidad de asociaciones que hay, que hasta han creado una asociación de asociaciones de mujeres llamada “mestura”. Estas asociaciones son especialmente sensibles en lo que al maltrato de género se refiere; organizan concentraciones, acuden a entierros, organizan galas benéficas en beneficio de las víctimas o sus familiares, redactan y leen públicamente manifiestos, etc, etc, etc.
Quizás esta pasividad sea debida, a que la gran mayoría de incondicionales fans de House sean precisamente mujeres. Pero no hay que olvidar que el Dr. House, acosa de manera continuada a su jefa, la directora del hospital en el que él trabaja. Hace comentarios soeces y sexistas referentes a sus escotes, a sus pechos, a sus piernas, a su trasero, a su vida sexual, a su condición de mujer e incluso practicó en varias ocasiones este mismo tipo de actitudes, con pacientes de mayor o menor edad.
En la vida real, House sería devorado vivo por las asociaciones de mujeres y asociaciones feministas, La asociación “Mestura” encabezaría las protestas, interpondrían cientos de denuncias y crucificarían en vida a este maleducado, pero a la par impresionante doctor.
Todos somos testigos de las quejas por el considerado uso sexista llevado a cabo por algunas empresas publicitarias, o por algún comentario fuera de lugar y en muchos casos, sacado completamente de contexto. Hemos visto pedir la retirada de series, películas o anuncios por el mal ejemplo que difundían sobre todo entre los más jóvenes. Pero de “House” nadie dice nada, nadie pide que se prohíba su emisión, como mucho, solicitan que la reunión de la asociación de turno termine hoy un poco antes, para poder llegar a casa pronto y sentarse con los niños a ver el triple episodio del encantador Dr. House.

2 comentarios:

  1. colega, lo tuyo es grave

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  2. No se como vas a encajar esto pero en fin... ahí va: el Dr. House es un personaje de ficción. Otro día te comentaré algo sobre los Reyes Magos.

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“¿Qué miráis vosotros? No sois más que una pandilla de cretinos. ¿Y sabéis por qué? Porque no tenéis huevos para ser lo que quisieráis ser. Necesitáis personas como yo, necesitáis personas como yo para poder señalarlas con el dedo y decir: “Ése es el malo”. Y eso ¿en qué os convierte a vosotros? ¿en los buenos? No sois buenos. Simplemente sabéis esconderos, sabéis mentir.
Yo no tengo ese problema, yo siempre digo la verdad, incluso cuando miento digo la verdad. Así que dadle las buenas noches al malo. Es la última vez que vais a ver a un malo como yo.”

(Al Pacino "Scarface")