martes, 30 de junio de 2009

Tunguska

101 años después del misterio de Tunguska, la humanidad todavía desconoce la realidad de los hechos ocurridos en la madrugada del 30 de junio de 1908. En la región de Siberia donde se encuentran los ríos Podkamenaya Tunguska y Nizhniaya Tunguska, una gigantesca explosión dos mil veces mayor que la bomba lanzada por el bombardero B-29 Enola Gay sobre la ciudad Japonesa de Hiroshima, destruyó más de 2.200 kilometros cuadrados de zona boscosa y produjo una onda sísmica que fue detectada en lugares tan alejados como San Petesburgo y San Francisco.
Este fenómeno inexplicado e inexplicable a día de hoy, ha generado decenas de hipótesis y teorías sobre lo ocurrido. Desde la detonación de algo similar a un arma termonuclear de elevada potencia, al accidente de un objeto volante no identificado (ovni), pasando por el impacto de meteoritos de todo tipo, rocosos, formados por hielo, mezcla de hielo y gas, formados por minerales desconocidos, etc. etc…
La realidad de lo acontecido, fue que el polvo arrojado a la atmosfera por esta explosión, provocó que durante varios días las noches fueran tan brillantes en Rusia y Europa, que se podía leer perfectamente sin necesidad de luz artificial. A este hecho, se le denominó con el nombre de Noches Blancas.
Tres días después de la explosión, el 3 de Julio, los científicos atribuyeron las noches blancas a perturbaciones eléctricas ocurridas en la alta atmósfera terrestre, a su vez, estas perturbaciones fueron asociadas a diversas explosiones solares.
La primera expedición a la zona cero.
Leonid Kulik, fue el primer investigador que consiguió llegar al remoto lugar de Siberia, 19 años después de ocurridos los hechos. En compañía de Ilya Potapovich Petrov, inició varios trabajos científicos para tratar de esclarecer lo ocurrido.
Los datos aportados por Kulik son sorprendentes e impresionantes, en sus notas escribe ”...no me puedo imaginar realmente toda la grandiosidad de esta caída excepcional... desde aquí, desde nuestro punto de observación, no se ven síntomas de bosque; todo está derribado y quemado alrededor... a esta área muerta se aproxima un bosque joven de 20 años... da miedo ver a estos gigantes de 80 centímetros de diámetro quebrados por la mitad como si fueran cañas...”
“... existen huellas de quemaduras tanto en el bosque tumbado, los restos de arbustos y musgos y en las cimas y pendientes de las montañas, como en la tundra y las islas aisladas de tierra entre los pantanos cubiertos de agua...”
Kulik continuó sus investigaciones realizando varias expediciones a la zona, hasta que el comienzo de la II Guerra Mundial le obligó a suspender su trabajo, desgraciadamente, Kulik falleció durante la guerra, por lo qué la investigación se paró completamente hasta el año 1958, reiniciadas en aquel entonces por el científico K. Florenski. En 1963 la investigación recayó en Nikolai Vasiliev pero no fue hasta 1990, cuando por fin se permitió el acceso a la zona de expediciones científicas provenientes de fuera de la Unión Soviética.
La hipótesis más aceptada hoy en día por la comunidad científica es que un cuerpo celeste, un cometa o sólo un pequeño fragmento de este, compuesto esencialmente de hielo y polvo, estalló a 8 kilometro de altura. La explosión provocó que quedará completamente vaporizado al contacto con la atmósfera, permitiendo que todo el hielo se convirtiese directamente en gas antes de rozar siquiera la corteza terrestre. Esto explicaría la ausencia de cráteres en la zona, y la destrucción del bosque sería producto de la onda expansiva provocada por la explosión a tan baja altura.
Sin embargo, existe otra teoría que aunque nadie la puede confirmar, sus defensores alegan, que tampoco nadie ha confirmado científicamente a día de hoy, que fuese provocado por un meteorito. La teoría de un accidente provocado por una nave extraterrestre, es la más popular y la menos reconocida oficialmente de todas las hipótesis.
Esta teoría se en dos argumentos fundamentales para desacreditar el choque de un meteorito. Primero el hecho de que no sólo no haya un enorme cráter en la zona, sino que no se ha encontrado ni el más mínimo fragmento de roca que así lo ayudase a identificar. Segundo que tratándose del mes de junio, en ningún país del mundo, ni personal civil, ni militar ni tan siquiera astrónomos, hubiesen visto o prevenido la llegada de un meteorito, que debería tener un tamaño de varios cientos de metros cuadrados y que debería haber sido algo descomunal y grandioso a su entrada en la atmosfera, como un gran cometa acercándose a más de 110.000 Km. por hora.
La defensa del accidente de una nave extraterrestre, se basa en el hecho de que a día de hoy, la mayoría de científicos y estudiosos del tema compara los ocurrido en Tunguska con una enorme explosión nuclear, pero no fue hasta treinta y siete años más tarde, cuan el hombre pudo conocer los efectos devastadores de este tipo de explosiones.
La similitud en muchos de los datos entre la explosión de Tunguska y la de Hiroshima, es más que anecdótica. Ambas explosiones se produjeron a escasa altura de la tierra, ambas esparcieron una radiación muy poco persistente, ambas provocaron un inmenso resplandor y desataron un huracán que en un caso derribo los arboles dibujando una circunferencia perfecta, y en la otra, sucedió lo mismo pero desgraciadamente, con edificios habitados en lugar de arboles. En definitiva, la diferencia entre Tunguska e Hiroshima fueron únicamente las víctimas humanas.
La idea de una prueba nuclear 37 años antes del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, está totalmente descartada, pues como decíamos al principio del post, la explosión de Tunguska fue 2.000 veces mayor que la de Hiroshima.
Los defensores de esta teoría, están convencidos de que desde el interior de una nave extraterrestre, impulsada por energía atómica o por una energía similar y muy superior, ante algún tipo de avería irreparable y ante el inevitable impacto contra la tierra, su tripulación, optó por estrellarse en una de las zonas más desérticas del planeta, haciendo explosionar la nave antes del contacto, para evitar sin duda, lo que serían unos daños muchísimos mayores de producirse este.
Hoy, 30 de junio de 2009, justamente 101 años después del misterioso acontecimiento de Tunguska, Susurros de Arousa te invita a reflexionar sobre lo ocurrido y que de manera libre, puedas sacar tus propias conclusiones. El susurrador como siempre, te invita a que dejes tu opinión sobre el post o sobre los hechos en el narrados.
Si todavía quieres saber más sobre el caso Tunguska, te invitamos a ver el especial que Carl Sagan le dedicó en su prestigioso programa “COSMOS”
Cielo e Infierno 1ª parte
Cielo e Infierno 2ª parte
Cielo e Infierno 3ª parte
Cielo e Infierno 4ª parte
Cielo e Infierno 5ª parte
Cielo e Infierno 6ª parte
Cielo e Infierno 7ª parte

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Yo no tengo ese problema, yo siempre digo la verdad, incluso cuando miento digo la verdad. Así que dadle las buenas noches al malo. Es la última vez que vais a ver a un malo como yo.”

(Al Pacino "Scarface")